1. En estos diez últimos años, la escritura de los poemas que componen Torpedos atravesó distintas fases. La primera fue de acopio y sistematización de los registros visuales, etnográficos y notas realizadas en distintos espacios educativos formales, especialmente en las aulas e instancias de gestión universitaria. Así mismo, recabé documentación educativa propia y familiar. En paralelo, fueron confeccionándose los primeros torpedos objetuales para albergar los poemas escritos. Un tiempo en que surgió la primera serie de textos inscritos en los objetos elaborados, entre ellos un verso gatillante: “abre libros que sólo te encuentren la razón”. Este y otros poemas-objetos se albergaron en una caja de municiones de la NATO, la que viajaba conmigo a las primeras lecturas públicas que se hicieron del libro en preparación. Algunos de estas piezas desaparecieron por la dificultad de su mantenimiento y transporte, como una pequeña botella de bebida “bilz” con su etiqueta clonada y donde inscribí un texto extenso sobre la industria y el trabajo infantil. Lo mismo sucedió con la caja metálica de la NATO, cuyo peso y características impedía su traslado al extranjero. Finalmente esta caja, fue recuperada para confeccionar una obra visual para ser expuesta.
  1. En estos diez últimos años, la escritura de los poemas que componen Torpedos atravesó distintas fases. La primera fue de acopio y sistematización de los registros visuales, etnográficos y notas realizadas en distintos espacios educativos formales, especialmente en las aulas e instancias de gestión universitaria. Así mismo, recabé documentación educativa propia y familiar. En paralelo, fueron confeccionándose los primeros torpedos objetuales para albergar los poemas escritos. Un tiempo en que surgió la primera serie de textos inscritos en los objetos elaborados, entre ellos un verso gatillante: “abre libros que sólo te encuentren la razón”. Este y otros poemas-objetos se albergaron en una caja de municiones de la NATO, la que viajaba conmigo a las primeras lecturas públicas que se hicieron del libro en preparación. Algunos de estas piezas desaparecieron por la dificultad de su mantenimiento y transporte, como una pequeña botella de bebida “bilz” con su etiqueta clonada y donde inscribí un texto extenso sobre la industria y el trabajo infantil. Lo mismo sucedió con la caja metálica de la NATO, cuyo peso y características impedía su traslado al extranjero. Finalmente esta caja, fue recuperada para confeccionar una obra visual para ser expuesta.

Este poema no tiene brazos, pero te puede llevar.

No me digas que no mataste al árbol si tienes hojas en las uñas.

¿Para qué llueve? Llueve para dar énfasis. Llueve para no ir. Llueve para enterrar a alguien. Llueve para callarse un rato. Para botar la mirada en una poza. Para usar los signos de interrogación.

2. La segunda fase de elaboración del libro se centró en la escritura y finalización de los poemas. Ello implicó, por un lado, reescribir, concluir y corregir un corpus sobre materias de enseñanza básica y superior y también, la escritura de otro tipo de textualidades, en general, más extensas y narrativas, que sistematizan reuniones de trabajo, discursos institucionales, clases, exposiciones de estudiantes, dinámicas grupales, charlas pretendidamente magistrales y ceremonias ceremoniosas, muy parecidas a la “poesía poética”. En forma posterior, se añadió un apartado titulado “Poemas manuales”, corpus que dialoga desde la biografía con los poemas precedentes, ampliando el foco de observación hacia la experiencia y desaparición formativa familiar.

Un idioma que habla en varios idiomas, pero no escucha en ninguno.

  1. La tercera etapa estuvo signada por un largo proceso de producción manual de los soportes de todos los textos. Para cada poema o fragmento significativo, se creó un torpedo “real y funcional” para esconderlo. Más de cuarenta tipos de torpedos fueron creados o recreados, ocupando para ello diversos útiles escolares (sacapuntas, gomas, lápices, calculadoras, etc.), bisutería (anillos, aros, relojes), papelería (informes, memorándum, instructivos), vestimenta (camisas, corbatas, sostenes, mascarillas), etc. que, combinados con diversa documentación biográfica (cuadernos y libretas de estudio personales y familiares, por ejemplo), se conformó así un corpus sintético entre lo visual y textual, destinado a reproducirse en formato de imágenes en las páginas del libro final. Asimismo, cada pieza resultante fue enmarcada para convertirse en un registro objetual destinado a ser exhibido plásticamente.

 

  1. La tercera etapa estuvo signada por un largo proceso de producción manual de los soportes de todos los textos. Para cada poema o fragmento significativo, se creó un torpedo “real y funcional” para esconderlo. Más de cuarenta tipos de torpedos fueron creados o recreados, ocupando para ello diversos útiles escolares (sacapuntas, gomas, lápices, calculadoras, etc.), bisutería (anillos, aros, relojes), papelería (informes, memorándum, instructivos), vestimenta (camisas, corbatas, sostenes, mascarillas), etc. que, combinados con diversa documentación biográfica (cuadernos y libretas de estudio personales y familiares, por ejemplo), se conformó así un corpus sintético entre lo visual y textual, destinado a reproducirse en formato de imágenes en las páginas del libro final. Asimismo, cada pieza resultante fue enmarcada para convertirse en un registro objetual destinado a ser exhibido plásticamente.

 

Para cada poema o fragmento significativo, se creó un torpedo “real y funcional” para esconderlo. Más de cuarenta tipos de torpedos fueron creados o recreados.

4. El cuarto momento de confección de este libro, estuvo signado por la producción y reproducción de seis poemas-torpedos objetuales en número de 350 para ser introducidos en los troqueles del libro mayor o “libro soporte”. Cada uno de estos poemas-torpedos fueron diseñados, inscritos o “esculpidos” por el autor, proceso que contó, durante algunos años, con la ayuda generosa para su ensamblaje de familiares y amigos. En paralelo se sumó activamente mi editor y amigo Ricardo Mendoza (Kultrún ediciones), con el que comenzamos una ardua tarea de diseño, ensayo de materiales y preparación de maquetas de prueba para la reproducción mecánica y manual de la obra. A la diagramación de los textos, se sumó la edición y montaje de los registros fotográficos para el libro soporte y para el “libro inserto”, es decir, un libro dentro de otro libro, el que finalmente contendría los poemas solo en formato textual aunque escondido en un diseño que simula una caja de lápices de colores. 

4. El cuarto momento de confección de este libro, estuvo signado por la producción y reproducción de seis poemas-torpedos objetuales en número de 350 para ser introducidos en los troqueles del libro mayor o “libro soporte”. Cada uno de estos poemas-torpedos fueron diseñados, inscritos o “esculpidos” por el autor, proceso que contó, durante algunos años, con la ayuda generosa para su ensamblaje de familiares y amigos. En paralelo se sumó activamente mi editor y amigo Ricardo Mendoza (Kultrún ediciones), con el que comenzamos una ardua tarea de diseño, ensayo de materiales y preparación de maquetas de prueba para la reproducción mecánica y manual de la obra. A la diagramación de los textos, se sumó la edición y montaje de los registros fotográficos para el libro soporte y para el “libro inserto”, es decir, un libro dentro de otro libro, el que finalmente contendría los poemas solo en formato textual aunque escondido en un diseño que simula una caja de lápices de colores. 

El cuarto momento de confección de este libro, estuvo signado por la producción y reproducción de seis poemas-torpedos objetuales en número de 350 para ser introducidos en los troqueles del libro mayor o “libro soporte”.

  1. La última etapa fue el proceso de impresión, troquelado en niveles y encuadernación de la obra. Este se realizó en dos talleres. Uno se encargó de la factura del libro soporte con sus respectivos troqueles y otro del libro inserto. Estos fueron traslados a Valdivia y el autor procedió a acoplar en el libro soporte los seis poemas-torpedos (objetos) y el libro inserto. En paralelo, un tercer taller de impresión se abocó a imprimir dos tipos de marca-páginas, uno para el libro soporte y otro para el libro inserto. Dichos marcadores contienen en sus caras la imagen de cuatro obras solo objetuales, destinadas a ser exhibidas. Se trata de “inspector vudú”, “torpedo box”, “virutas en el batiscafo” y “manzana rusa”. Finalmente, junto a Ricardo Mendoza diseñamos y diagramamos los afiches del lanzamiento del libro y exhibición del conjunto de la obra. Ad portas del lanzamiento, quedó una suerte de espejismo, pues siempre el medio se cree fin. Los que escribimos -decía Steimbeck- estamos en un nivel ligeramente inferior al de los payasos y ligeramente superior al de las focas amaestradas. Así que nada de creerse. Por eso yo ya no escribo, tallo.
  1. La última etapa fue el proceso de impresión, troquelado en niveles y encuadernación de la obra. Este se realizó en dos talleres. Uno se encargó de la factura del libro soporte con sus respectivos troqueles y otro del libro inserto. Estos fueron traslados a Valdivia y el autor procedió a acoplar en el libro soporte los seis poemas-torpedos (objetos) y el libro inserto. En paralelo, un tercer taller de impresión se abocó a imprimir dos tipos de marca-páginas, uno para el libro soporte y otro para el libro inserto. Dichos marcadores contienen en sus caras la imagen de cuatro obras solo objetuales, destinadas a ser exhibidas. Se trata de “inspector vudú”, “torpedo box”, “virutas en el batiscafo” y “manzana rusa”. Finalmente, junto a Ricardo Mendoza diseñamos y diagramamos los afiches del lanzamiento del libro y exhibición del conjunto de la obra. Ad portas del lanzamiento, quedó una suerte de espejismo, pues siempre el medio se cree fin. Los que escribimos -decía Steimbeck- estamos en un nivel ligeramente inferior al de los payasos y ligeramente superior al de las focas amaestradas. Así que nada de creerse. Por eso yo ya no escribo, tallo.

4. El cuarto momento de confección de este libro, estuvo signado por la producción y reproducción de seis poemas-torpedos objetuales en número de 350 para ser introducidos en los troqueles del libro mayor o “libro soporte”. Cada uno de estos poemas-torpedos fueron diseñados, inscritos o “esculpidos” por el autor, proceso que contó, durante algunos años, con la ayuda generosa para su ensamblaje de familiares y amigos. En paralelo se sumó activamente mi editor y amigo Ricardo Mendoza (Kultrún ediciones), con el que comenzamos una ardua tarea de diseño, ensayo de materiales y preparación de maquetas de prueba para la reproducción mecánica y manual de la obra. A la diagramación de los textos, se sumó la edición y montaje de los registros fotográficos para el libro soporte y para el “libro inserto”, es decir, un libro dentro de otro libro, el que finalmente contendría los poemas solo en formato textual aunque escondido en un diseño que simula una caja de lápices de colores. 

4. El cuarto momento de confección de este libro, estuvo signado por la producción y reproducción de seis poemas-torpedos objetuales en número de 350 para ser introducidos en los troqueles del libro mayor o “libro soporte”. Cada uno de estos poemas-torpedos fueron diseñados, inscritos o “esculpidos” por el autor, proceso que contó, durante algunos años, con la ayuda generosa para su ensamblaje de familiares y amigos. En paralelo se sumó activamente mi editor y amigo Ricardo Mendoza (Kultrún ediciones), con el que comenzamos una ardua tarea de diseño, ensayo de materiales y preparación de maquetas de prueba para la reproducción mecánica y manual de la obra. A la diagramación de los textos, se sumó la edición y montaje de los registros fotográficos para el libro soporte y para el “libro inserto”, es decir, un libro dentro de otro libro, el que finalmente contendría los poemas solo en formato textual aunque escondido en un diseño que simula una caja de lápices de colores.